Con el enemigo en la casa

Estaba con vida cuando fue arrojada a la zanja, y falleció luego de cinco horas de una larga agonía”, concluyó Fernández, mien­tras se tomaba de las rodillas para erguir su cuerpo en ese difícil terreno. Zeneida Núñez Colher, una joven de 29 años, marcó el número de teléfono de su hermana. Quiero ir con Omar para ins­cribir a la beba y retirar el certificado de nacimiento, así ya terminamos con ese proceso, ¿sí?”. Las horas transcurrieron normalmente, Omar Vera y Zeneida tenían actividades particulares, cada uno por su lado y quedaron en verse por la tarde. Omar llamó a la casa de su suegra y Zeneida no estaba. dijo Omar, y se levantó cortando el aire y el silencio. LA DENUNCIA Omar llegó a la Comisaría 53 en el barrio San Miguel, en la ciudad de San Lorenzo. Omar apenas le llegaba a la altura del tórax, lo cual resultaba intimidante. Luego de relatar el minuto a minuto de ese día, Omar se retiró, pero más tarde vol­vería pidiendo una copia de la denuncia que realizó. El primer sospechoso barajado por la Policía de Homicidios fue justamente su esposo, Omar Vera. Se sospecha que podría estar involucrado en el asesinato de Zeneida Núñez Colher…”, la mirada fija de Omar al agente de Policía, tras esa frase, bus­caba explicación lógica. Omar la miraba fijamente y luego liberó una carga de aire que le presionaba el pecho, estaba en pánico y la angustia no lo dejaba reaccionar con rapidez. Usted llegó conduciendo un auto­móvil y la ventanilla del lado derecho estaba abajo, eso per­mitió que lo pudieran ver, y lo tengo aquí como anticipo de pruebas, esto tiene peso en un juicio, interrumpió la agente de manera a ejercer algo de presión a Omar y ver si esto servía para hacerlo confesar, Para la Fiscalía no existía dudas, Omar era un sospe­choso relevante. La familia de Omar, y la pro­pia familia de Zeneida protes­taron la decisión y presenta­ron una serie de testimonios que respaldaban a Omar. Es imposible que Omar la matara…” clamaban sus ami­gos. CABO SUELTO Las horas transcurrían y la Policía solo sostenía la pri­sión de Omar con versiones basadas en características físicas del homicida, muy parecidas a él. El fin de semana se presen­taba largo para Omar, estaba imputado por el asesinato cruel de su esposa y el agra­vante de arrojar el cuerpo lejos de la ciudad. Mire, hay un joven que estaba obsesionado con Zeneida, que no la dejaba en paz. Ese hom­bre es Hugo Ricardo Campu­zano Benítez, de 27 años, que hostigaba frecuentemente a nuestra hija” dijo acongojada la madre de Zeneida. Su mirada estaba anclada al suelo, y las lágrimas que bañaban su rostro conmo­vieron a la fiscala. Con el tiempo logró ganarse la confianza de ambos, de Zeneida y Omar, y se instaló en la casa en los días en que descansaba. Omar Vera cargó lo poco de ropa que tenía en un bolso y con su resolución de libe­ración comenzó a cruzar los diferentes portones hasta recuperar nuevamente su libertad. Hugo dijo que él la mató con una almo­hada, pero el cuerpo presen­taba varios golpes, algo no cerraba. Tenía mucho para pensar… DOS AÑOS DESPUÉS ¡Y este tribunal condena a 20 años de cárcel al señor, Hugo Ricardo Campuz­zano. Al encontrar suficien­tes elementos para vincu­larlo al asesinato de la señora Zeneida Núñez, y a dos años de prisión a Luis Alberto Morínigo por reducción al intentar vender el automó­vil de la víctima, notifíquese! Para la Fiscalía fue determinante encontrar la prueba forense en la nueva revisión del cuerpo y vincu­lar a la declaración de Hugo, que luego la negó. ...[Leer más]